En Operación Muerte nos narra su propia experiencia en el Pacífico. Una experiencia negativa a juzgar por los comentarios iniciales, pero que contrastan con la propia bibliografía del artista, y especialmente de su hermano, que sería condenado a muerte por ejecutar a prisioneros de guerra.
dissabte, 14 de juliol del 2012
Shigeru Mizuki
La cultura japonesa también tiene su manco. Se trata de Shigeru Mizuki, un curioso dibujante de manga que inició su carrera como artista después de perder el brazo derecho en un bombardeo aliado en al Papúa-Nueva Guinea. Conocido únicamente entre la tribu de buenos conneisseurs de cómic, en realidad sus obras más interesantes son el producto, en buena medida, de su experiencia en la Segunda Guerra Mundial. Aunque ha trabajado en diversos géneros del Manga, creo sinceramente que su gran aportación es el género de cómic-histórico. De hecho, su fascinante biografia de Hitler describe como ninguna otra la demencia que se apodera de ciertos políticos cuando acceden al poder. No es de extrañar, que de haber vivido en España, hubiese necesitado una obra de dimensiones similares a los Episodios Nacionales de Galdós para retratar a los fuleros que nos gobiernan.
En Operación Muerte nos narra su propia experiencia en el Pacífico. Una experiencia negativa a juzgar por los comentarios iniciales, pero que contrastan con la propia bibliografía del artista, y especialmente de su hermano, que sería condenado a muerte por ejecutar a prisioneros de guerra.
Una buena lectura para este verano, una inmersión dolorosa en el pasado que nos permitirá sobrellevar con resignación católica la expropiación forzosa de nuestro miserable sueldo para poder seguir pagando los excesos en prostitutos y cocaína de algunos políticos así como en otras fiestas en la que el toro no es otro que el ciudadano.
En Operación Muerte nos narra su propia experiencia en el Pacífico. Una experiencia negativa a juzgar por los comentarios iniciales, pero que contrastan con la propia bibliografía del artista, y especialmente de su hermano, que sería condenado a muerte por ejecutar a prisioneros de guerra.
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Joe Sacco: una mirada sobre el final del segle XX
Bé, un amic m'acaba de recomanar un títol que desconeixia de Joe Sacco, de qui ja tenia Notas al pie de Gaza i he llegit Palestina. Per això volia recomanar-vos les obres d'aquest novelista gràfic, que expliquen molt bé els darrers conflictes del segle XX en un format gràfic i periodístic.
Joe Sacco vuelve a mostrar la debilidad del género humano y las vergüenzas de la comunidad internacional en su descripción del asedio a Gorazde, un enclave habitado mayoritariamente por musulmanes rodeado de tropas serbobosnias durante la guerra que asoló Bosnia a principios de los años 90.
Gorazde fue declarada zona protegida por las Naciones Unidas y
cumplió la ley no escrita que indica que si la ONU te protege lo mejor
que puedes hacer es salir corriendo. Joe Sacco describe con sus viñetas
la guerra despiadada que tuvo lugar en Bosnia y los tibios acuerdos de
paz que provocaron la creación de un país sin futuro: Bosnia-Herzegovina,
un Frankestein político con varias cabezas que no ha servido más que
para legitimar los resultados de la limpieza étnica de los 90.
Joe Sacco: Gorazde – Zona Protegida (Planeta DeAgostini
Notas al pie de Gaza (Joe Sacco). Random House Mondadori, 2010. Cartoné. 432 págs. B/N. 22,90 €
Joe Sacco (Malta, 1960) se ha convertido en la punta de lanza de ese subgénero dentro del cómic actual para adultos que se puede denominar periodístico. Periodístico no sólo porque trate temas de actualidad, sino porque parte de una investigación de campo, porque contrasta sus fuentes, porque ofrece un comentario siempre comedido y ajustado a los hechos y porque, a pesar de su presencia constante, el autor trata de no interferir entre la historia y el lector. Y en todos estos aspectos, Sacco hace un trabajo magnífico. Tras tres meses de trabajo sobre el terreno entrevistando a los protagonistas de los hechos y más de cuatro años de soledad reflexiva frente al tablero de dibujo, Sacco entrega al público una nueva obra maestra.
En Notas al pie de Gaza, Sacco retoma algunos de los temas que ya describió en Palestina hace casi dos décadas, pero en lugar de centrarse en la situación actual en los territorios palestinos ocupados y los campos de refugiados, echa la vista atrás para desentrañar los hechos oscuros que concluyeron con la matanza de cientos de palestinos civiles a manos de soldados israelíes en noviembre de 1956 en las ciudades de Khan Younis y Rafah. Sacco no es imparcial y no pretende serlo. Habiendo leído Palestina es obvio que sus simpatías están con el pueblo palestino y es su punto de vista y su historia la que el dibujante maltés quiere ofrecer al público. Con la realización de este libro, Sacco pretende por una parte, arrojar luz sobre lo que puede ser haber sido una gran mentira histórica promovida por los israelíes –que la mantaza se produjo ante la resistencia de los palestinos- y al mismo tiempo le interesa excavar hasta dar con las raíces del odio entre los dos pueblos. Esta clave de lectura ya la apunta el propio Sacco en el prólogo cuando reproduce las palabras de un testigo presencial que en 1956 tenía 9 años: “Sembraron el odio en nuestros corazones.” También en el prólogo se hace hincapié en el que será otro de los corolarios a los que llega el lector tras la lectura del libro: “los hechos son contínuos.” Los jóvenes palestinos no entienden la obsesión de Sacco con 1956 cuando hoy mismo sus casas están siendo derrumbadas, hay tiroteos diarios, cuando sufren constantes humillaciones. Sin embargo, en muchos aspectos, 1956 no es tan diferente de 2010. La lucha entre los dos pueblos continúa, la balanza sigue estando del mismo lado, la comunidad internacional sigue haciendo la vista gorda, el dolor de ayer se hace indistinguible del dolor de hoy. 1956 es hoy.
Gran parte de la fuerza de los libros de Sacco, y Notas al pie de Gaza es un ejemplo perfecto en este sentido, es su capacidad para individualizar y humanizar a los personajes –estas notas al pie, al fin desarrolladas- al tiempo que mantiene una actitud aséptica en sus textos de apoyo, transmitiendo al lector lo que podríamos llamar una “verosimilitud dramática”. Esta personalización se obtiene mediante pequeños detalles de su entorno y comportamiento –denotando el buen ojo periodístico del autor- y mediante detallados retratos. Los dibujos de Sacco tienen la capacidad de transportarnos al lugar de los hechos, y mientras sus escenarios extremadamente fieles a la realidad mantienen las perspectivas, las proporciones y son unívocos, los personajes a menudo –aunque menos que en Palestina, por ejemplo- se dibujan en perspectivas forzadas y deformantes que nos recuerdan que en esencia son una interpretación del autor. Este es otro de los temas importantes del libro, la recreación del autor de la historia, que constantemente es cuestionada, poniendo en entredicho tanto sus propias conclusiones como los recuerdos de muchos de los testigos presenciales entrevistados. Su memoria es en ocasiones un puro ejercicio de reconstrucción de la realidad de segunda mano o incluso una remodelación (de)formada a lo largo de cinco décadas de sufrimiento. En cualquier caso, a pesar de todas estas consideraciones sobre la fiabilidad del relato que está construyendo, de sus propias motivaciones y de su papel como periodista extranjero, Sacco logra de nuevo componer una narración tan absorbente e informativa como emocionante, conmovedora y humana. Los abundantes textos y el detalle en el dibujo invitan a la lectura sosegada y ayudan a rumiar las ideas que se van apuntando, al tiempo que su claridad expositiva y capacidad de síntesis hacen la lectura fluida y apasionante. Dos de los sentimientos más presentes en el libro, el miedo y la resignación, vienen en gran medida transmitidos por el propio dibujo, que en más de una ocasión remite a los condenados al Infierno en los grabados de Gustavo Doré para La Divina Comedia de Dante. Notas al pie de Gaza es un cómic que no solo se precibe a nivel intelectual, sino que se siente.
Muchos reseñistas ajenos al mundo del cómic han considerado Notas al pie de Gaza como un “libro ilustrado”, tal vez porque no conciben que esta densidad, esta seriedad ensayística pueda darse en un cómic, cuando precisamente su enorme impacto viene dado por el medio que soporta el relato. Cuenta Sacco que, cuando estaba realizando su investigación en Gaza y se topaba con posibles testigos de los hechos, a menudo su guía les mostraba una copia de Palestina. “Cuando abrían el libro veían lo que estaban viviendo. Si hubiera sido prosa, no habrían sabido lo que yo hacía. Gracias a que era un cómic, lo entendían al momento.” Aunque en realidad, el mayor mérito de Sacco es que nosotros lo entendamos.
Palestina: en la franja de gaza
¿De qué va? //
Autobiográfico. Joe Sacco, periodista de profesión,
nos narra en forma de cómic el viaje de dos meses que
hizo a Palestina durante el invierno de 1991-92, durante la
primera intifada contra la ocupación israelí.
A modo de "diario de viaje", Sacco nos muestra la
situación que encontró en la zona y los testimonios de la
gente que conoció, mostrando en sus viñetas el miedo,
la tristeza, la frustación, la desesperación e incluso, a
pesar de todo, la esperanza de los que viven allí.
Sobre el cómic // Palestina fue publicada originalmente serializada en nueve comic-books aparecidos entre 1993 y 1995, que la edición española recopila en un único volumen. La obra ha atraido la atención de círculos ajenos al mundo del cómic, como lo demuestra que en 1996 fuera galardonada con uno de los prestigiosos American Book Awards y que este 2002 (de nuevo de actualidad por el recrudecimiento del conflicto en Palestina) haya recibido el premio a la Mejor Novela Gráfica en la Book Expo America. |
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FICHA Título: Palestina: en la franja de gaza Autores: Joe Sacco Edita: Planeta-DeAgostini Comics. Formato: Obra completa. Tomo tapa dura con sobrecubierta, 304 pgs b/n. Colección Trazado. Info: Incluye un extenso prólogo (5 pgs) de Edward Said, profesor de literatura comparada en la Universidad de Columbia y autor de varios libros relacionados con el conflicto palestino, así como un breve prólogo del autor (1 pág.). |
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LA PALABRA DE LA CRÍTICA
-- Carles Santamaría, en el suplemento Diumenge del diario Avui "Lo que tenemos aquí [en Palestina de Joe Sacco] es un tema de interés humano, que en su día hizo correr ríos de tinta en los periódicos; un tratamiento riguroso y honesto propio del mejor de los periodistas; un punto de vista alejado de las convenciones, basado en la exposición y en el razonamiento fundamentado (el cómic recoge las experiencias vividas por Sacco durante su estancia en Gaza y Cisjordania e ilustra numerosas anécdotas relatadas por gente a la que entrevistó); una puesta en escena envidiable que sitúa a Sacco entre los primeros puestos de los autores de su generación, no sólo por su talento como dibujante sino por su enorme categoría como narrador (ver, por ejemplo, el modo en el que maneja las escenas de tortura a cargo del ejército israelí, o su inventiva a la hora de reproducir sus paseos por la ruinosa ciudad); y un guión perfectamente construido que, partiendo de la experiencia personal, ofrece una visióin panorámica de un colectivo a menudo ninguneado por los medios oficiales, sin caer en el panfleto ni en la mera exposición sistemática de datos y cifras. Muy al contrario, Palestina es una lectura apasionante y estremecedora que cala hasta los huesos." |
Gorazde: Zona Protegida
Joe Sacco vuelve a mostrar la debilidad del género humano y las vergüenzas de la comunidad internacional en su descripción del asedio a Gorazde, un enclave habitado mayoritariamente por musulmanes rodeado de tropas serbobosnias durante la guerra que asoló Bosnia a principios de los años 90.
Joe Sacco: Gorazde – Zona Protegida (Planeta DeAgostini
Notas al pie de Gaza
Notas al pie de Gaza (Joe Sacco)
Notas al pie de Gaza (Joe Sacco). Random House Mondadori, 2010. Cartoné. 432 págs. B/N. 22,90 €
Joe Sacco (Malta, 1960) se ha convertido en la punta de lanza de ese subgénero dentro del cómic actual para adultos que se puede denominar periodístico. Periodístico no sólo porque trate temas de actualidad, sino porque parte de una investigación de campo, porque contrasta sus fuentes, porque ofrece un comentario siempre comedido y ajustado a los hechos y porque, a pesar de su presencia constante, el autor trata de no interferir entre la historia y el lector. Y en todos estos aspectos, Sacco hace un trabajo magnífico. Tras tres meses de trabajo sobre el terreno entrevistando a los protagonistas de los hechos y más de cuatro años de soledad reflexiva frente al tablero de dibujo, Sacco entrega al público una nueva obra maestra.
En Notas al pie de Gaza, Sacco retoma algunos de los temas que ya describió en Palestina hace casi dos décadas, pero en lugar de centrarse en la situación actual en los territorios palestinos ocupados y los campos de refugiados, echa la vista atrás para desentrañar los hechos oscuros que concluyeron con la matanza de cientos de palestinos civiles a manos de soldados israelíes en noviembre de 1956 en las ciudades de Khan Younis y Rafah. Sacco no es imparcial y no pretende serlo. Habiendo leído Palestina es obvio que sus simpatías están con el pueblo palestino y es su punto de vista y su historia la que el dibujante maltés quiere ofrecer al público. Con la realización de este libro, Sacco pretende por una parte, arrojar luz sobre lo que puede ser haber sido una gran mentira histórica promovida por los israelíes –que la mantaza se produjo ante la resistencia de los palestinos- y al mismo tiempo le interesa excavar hasta dar con las raíces del odio entre los dos pueblos. Esta clave de lectura ya la apunta el propio Sacco en el prólogo cuando reproduce las palabras de un testigo presencial que en 1956 tenía 9 años: “Sembraron el odio en nuestros corazones.” También en el prólogo se hace hincapié en el que será otro de los corolarios a los que llega el lector tras la lectura del libro: “los hechos son contínuos.” Los jóvenes palestinos no entienden la obsesión de Sacco con 1956 cuando hoy mismo sus casas están siendo derrumbadas, hay tiroteos diarios, cuando sufren constantes humillaciones. Sin embargo, en muchos aspectos, 1956 no es tan diferente de 2010. La lucha entre los dos pueblos continúa, la balanza sigue estando del mismo lado, la comunidad internacional sigue haciendo la vista gorda, el dolor de ayer se hace indistinguible del dolor de hoy. 1956 es hoy.
Gran parte de la fuerza de los libros de Sacco, y Notas al pie de Gaza es un ejemplo perfecto en este sentido, es su capacidad para individualizar y humanizar a los personajes –estas notas al pie, al fin desarrolladas- al tiempo que mantiene una actitud aséptica en sus textos de apoyo, transmitiendo al lector lo que podríamos llamar una “verosimilitud dramática”. Esta personalización se obtiene mediante pequeños detalles de su entorno y comportamiento –denotando el buen ojo periodístico del autor- y mediante detallados retratos. Los dibujos de Sacco tienen la capacidad de transportarnos al lugar de los hechos, y mientras sus escenarios extremadamente fieles a la realidad mantienen las perspectivas, las proporciones y son unívocos, los personajes a menudo –aunque menos que en Palestina, por ejemplo- se dibujan en perspectivas forzadas y deformantes que nos recuerdan que en esencia son una interpretación del autor. Este es otro de los temas importantes del libro, la recreación del autor de la historia, que constantemente es cuestionada, poniendo en entredicho tanto sus propias conclusiones como los recuerdos de muchos de los testigos presenciales entrevistados. Su memoria es en ocasiones un puro ejercicio de reconstrucción de la realidad de segunda mano o incluso una remodelación (de)formada a lo largo de cinco décadas de sufrimiento. En cualquier caso, a pesar de todas estas consideraciones sobre la fiabilidad del relato que está construyendo, de sus propias motivaciones y de su papel como periodista extranjero, Sacco logra de nuevo componer una narración tan absorbente e informativa como emocionante, conmovedora y humana. Los abundantes textos y el detalle en el dibujo invitan a la lectura sosegada y ayudan a rumiar las ideas que se van apuntando, al tiempo que su claridad expositiva y capacidad de síntesis hacen la lectura fluida y apasionante. Dos de los sentimientos más presentes en el libro, el miedo y la resignación, vienen en gran medida transmitidos por el propio dibujo, que en más de una ocasión remite a los condenados al Infierno en los grabados de Gustavo Doré para La Divina Comedia de Dante. Notas al pie de Gaza es un cómic que no solo se precibe a nivel intelectual, sino que se siente.
Muchos reseñistas ajenos al mundo del cómic han considerado Notas al pie de Gaza como un “libro ilustrado”, tal vez porque no conciben que esta densidad, esta seriedad ensayística pueda darse en un cómic, cuando precisamente su enorme impacto viene dado por el medio que soporta el relato. Cuenta Sacco que, cuando estaba realizando su investigación en Gaza y se topaba con posibles testigos de los hechos, a menudo su guía les mostraba una copia de Palestina. “Cuando abrían el libro veían lo que estaban viviendo. Si hubiera sido prosa, no habrían sabido lo que yo hacía. Gracias a que era un cómic, lo entendían al momento.” Aunque en realidad, el mayor mérito de Sacco es que nosotros lo entendamos.
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